Adelante

Hola, soy un chico de Madrid de 29 años. Parece mentira que este escribiendo una presentación en un foro de fobia social, no porque no quiera asumir mi problema sino precisamente por eso.
Mi historia es larga, tampoco creo que sea muy diferente a las vuestras pero me gustaría contarla.
¿Tengo ansiedad social o TPE? Bueno, no lo tengo claro. Tampoco hay un diagnóstico profesional, aunque no creo que importe. Es como saber si fue primero el huevo o la gallina, lo cierto es que soy incapaz de relacionarme y evito casi cualquier contacto. Siempre he sido tímido, cortado o eso es lo que yo creía que era. Que era raro, un poco especial, dificil de tratar, etc. Pero tras una relación de ocho años con una chica (sé que puede parecer increíble pero no lo es) esa persona me dejó. Me dejó por varias razones pero la primera fue por ser como era yo y, de hecho, si no me dejo antes fue por su propia inseguridad. En el momento en que encontró con quien sustituirme, voló. Tras esa ruptura me deprimí, ví mi vida hecha añicos porque ella era el único vínculo que tenía en el mundo real. Era el autoengaño tras el que me escudaba para no terminar de afrontar mi problema y el mantra que me repetía para considerarme "normal".
Con esa depresión fuí al psicólogo (de la SS) con el que sigo a día de hoy y con el que me dí cuenta que mi problema no era la ruptura, ni que mi forma de ser fue la causa, sino mi poco amor propio y esa programación especial que tengo en la cabeza y que me impide ver las cosas sin darles la vuelta en perjuicio propio.
Lo cierto es que estoy agradecido de esa ruptura. Mi vida cambió por completo. Le puse nombre a mi problema, decidí afrontarlo, decidí quererme, hacer todo por y para mí mismo. Me mudé a Madrid, conseguí trabajo e intento ampliar mi horizonte de posibilidades cada día.
Sé que he conseguido mucho, me notó diferente, me noto más féliz y capaz pero aún sigo sin poder afrontar las relaciones sociales. Me dedico al sector de las ventas, sé que soy buen vendedor, la gente me percibe como amable e incluso sintonizan con mi sonrisa y mis bromas de vendedor falso y superficial pero no puedo pasar de ahí. Mis relaciones con mis compañeros de trabajo son distantes y poco naturales por que las evito y cuando no puedo evitarlas simplemente las reduzco en duración e intensidad creando la opinión de que soy un borde. Soy incapaz de compenetrarme con nadie, de crear afecto o establecer una relación de superficialidad basada en la espontaneidad. No sé de qué hablar cuando estoy en una conversación auqnie se me ocurren mil frases cuando ya se ha acabado. Me siento como un niño sentado en la mesa de los adultos, los adultos no le hacen caso y el niño no entiende lo qué ocurre a su alrededor.
En fin, no quiero alargarme más. Ahora mismo mi círculo en Madrid es limitadísimo, si alguien está dispuesto a quedar en alguna ocasión creo que puede ser productivo para ambos.
Un saludo.

Hola,

Bienvenido, yo también me presenté hace poco al foro.

Coincido contigo respecto a las limitaciones sociales, entiendo perfectamente como se siente (de alguna manera) apartado de la sociedad, sintiendo que no acabas de estar involucrado en ningún círculo de amistades, ni de compañeros de trabajo,... pero, no obstante, admiro que te dediques al sector de las ventas, eso tendrías que tenerlo muy presente.
Yo no soy capaz de trabajar en esto, solamente el hecho de trabajar ya me produce ansiedad, no me imagino dedicarme a esto.

A mi me pilla lejos Madrid, pero estoy de acuerdo que puede ser muy productivo poder quedar y compartir consejos, así como apoyos mutuos.

Un saludo,

Bienvenido

Bienvenido. M identifico un poco con tu historia, obviamente con diferencias.

sintonizan con mi sonrisa y mis bromas de vendedor falso y superficial

a veces cuando le he enseñado la casa (la mia que esta en venta) a algunos que han venido es una sensación que te hace sentir bien por que estas haciendo sentir importante a alguien, la pena es que luego ni tu vendes nada ni ellos tienen una cuenta para comprar nada.

Vete a saber tú que se esconde bajo una amplia sonrisa de oreja a oreja.

Lo del tema de las ventas es sencillo. Es una máscara temporal, de quita y pon. Cuando hay unos objetivos claros y soy yo el que tiene el mando de la situación, aunque sea en algo tan trivial como vender un ordenador, tengo mis limitaciones pero soy capaz de controlar mejor la ansiedad. Pero luego hay que quitarse la sonrisa de oreja a oreja y eso ya....
Pero también me ha demostrado que el miedo que le puedo tener a las personas es injustificado la mitad de las veces e incluso me demuestran afecto. En realidad es otra terapia más.....pero por esta me pagan a mí.

Lo de las ventas y las sonrisas,aunque estas sean de pegatina, siempre van de la mano incluso aunque sean ventas telefónicas ya que hacen que tu voz suene más amigable.
El que sepas tener la ansiedad por poco que sea bajo control ya es un gran logro y creo que deberías aferrarte a ello para llevarlo a los otros campos