Miedo y asco en la arena.

Aqui les dejo un texto mio, cosas que de vez en cuando escribo.



Oscuridad. No sabía donde estaba ni como había llegado allí. Un sentimiento de nerviosismo invadió todo mi ser, provocado, en parte, por un murmullo como el de un río agitándose violentamente presagiando que nada bueno estaba a punto de suceder. Lo olía, lo sentía, otros como yo habían pasado antes por aquí, y algo me decía que de esta no habían salido. De repente se abrieron unas puertas ante mí dejando que la luz lo inundara todo, cegándome, y sin tiempo a pensar una punzada de dolor en mi espalda me obligo a correr hacia delante. Algo se me había clavado en el lomo.

Confusión. Cuando por fin mis ojos consiguieron acostumbrarse a la luz, logré distinguir la figura de un hombre a caballo con una lanza en medio de una arena, estaba esperándome. Y cientos de personas gritando y aplaudiendo contemplaban la escena. ¿Eran ellos los culpables de lo que me estaba pasando? ¿Era el hombre a caballo el que había dañado mi espalda?

Instintivamente, y ayudado por el dolor, cargue contra él para derribarlo y justo antes de impactar contra el caballo su lanza atravesó la piel de mi espalda empujándome en dirección contraria, durante el forcejeo noté como mi sangre caliente manaba de mis heridas empapándome el cuerpo. Me retiré, y dos veces más embestí contra él obteniendo el mismo resultado. Al final, cansado y dolorido por la lucha opté por huir, había perdido, el tenía más medios y era mas fuerte que yo, era inútil continuar, ni siquiera sabía por que estábamos luchando, pero no había escapatoria.

El hombre a caballo se retiró y en su lugar entro otro hombre a pie, llevaba los brazos levantados y en cada mano un arma. Sin otra opción que luchar me vi obligado a atacarlo con la única arma que tenía, mi cuerpo. Embestí contra él, pero velozmente me esquivó y clavo sus armas en mi castigada espalda, un dolor indescriptible me sobrecogió y a cada paso el padecimiento que tenía en las heridas se extendía por todo mi cuerpo, tenía sus armas clavadas en mí y no podía quitármelas. Un segundo hombre apareció en escena portando los mismos objetos, pero esa vez estaba preparado, no iba a cogerme por sorpresa o eso pensaba yo. Cargué contra él pero solo conseguí más dolor, más sangre. Entró un tercer hombre y entonces lo comprendí, y un sentimiento que nunca antes había experimentado hervía en mi cabeza.

Odio. No se trataba de una lucha por ningún territorio, ni siquiera estábamos midiendo nuestras fuerzas, me superaban en número, aquello era una pura y simple matanza, y el único modo de salir con vida de allí era matando. Pero mis esfuerzos fueron inútiles y el tercer hombre hizo lo mismo que los anteriores. Fue entonces cuando entró en la arena un hombre sólo, mirándome amenazadora y fijamente, los cientos de personas que nos rodeaban parecieron enloquecer.

Miedo. Con unos gestos bruscos y secos me invitaba a atacarle, yo ya no pensaba por mi mismo, no era responsable de mis actos, igual que en las anteriores veces me decidí por atacar. Embestí contra él, ya era mío, yo era más grande y más corpulento que él y le iba a dar de lleno, pero entonces la gente hizo un grito al unísono, no hubo impacto, como si de humo se tratase lo atravesé y al girarme, asombrado, vi como seguía en el mismo sitio, con la misma expresión y posición repitiendo los mismos gestos. Cargué una y otra vez contra él obteniendo el mismo resultado y el mismo grito de la gente que parecía disfrutar cada vez más con esta situación. Entonces sentí asco. Asco por pensar cuantos antes que yo habían pasado por lo mismo y cuantos vendrían después. Asco por la tradición. Asco por una mal llamada “fiesta nacional”. Asco por unas personas que de mi sufrimiento habían hecho un espectáculo. Asco por unos seres a los que no llamaría ni animales.

Y agotado física y mentalmente decidí por no continuar con esa tontería. No podía más, me quede quieto aspirando con dificultad aquel aire viciado de sangre y muerte. Él presentó su estoque apuntándolo hacia mí, el público enmudeció y el silencio lo lleno todo. Corrió hacia mí y el acero atravesó mi alma, fue rápido, no sentí ningún dolor y el que antes tenía desapareció por completo. Entonces para mí llegó lo que muchos no conocerán en su vida, la Paz.

Dedicado a uno de los animales más bellos que a día de hoy siguen muriendo injusta y salvajemente en “nuestras” tierras.

Muy bueno, especialmente el miedo.
Saludos.

Muy bonito el texto, lo único es que los toros carecen de inteligencia; a los detractores de la Fiesta Nacional ahí teníais un partido antitaurino, me parece que sólo le han votado 4 gatos, así que sintiéndolo mucho por vosotros esa bella fiesta continuará "forever".

Y a los pollos que viven hacinados en granjas, y a las vacas que son alimentadas de mierda artificial cuyo destino es nuestros estómagos... ¿a esos no les dedicas un texto "tan lindo"?

Pues no, no les dedico un texto "tan lindo" porque de eso no se hace un espectaculo, no se monta un circo a su alrededor ni se levanta como bandera e insignia de un pais. Lo cual no significa que no sea algo malo porque es algo muy brutal tambien, igual que la mtanza de focas a las cuales tampoco les he dedicado un texto.

Mira que tenemos cosas para estar orgullosos, pero de eso precisamente yo opino que no.

Los toros no carecen de inteligencia, en todo caso pueden carecer de raciocinio.

"Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales." - Mahatma Gandhi

El Guardian escribió:

"Un país, una civilización se puede juzgar por la forma en que trata a sus animales." - Mahatma Gandhi

Pues ya quisieran todos los animales que los trataran como a esos.

No me salgas ahora con que viven su "vida" de señorita de moral distraída madre.

Eso no compensa para nada el momento del espectaculo y es de eso precisamente de lo que estamos hablando.

A vosotros que parece ser que os gusta esto, ¿Que es lo que os atrae de la "fiesta"?

¿Cual es la necesidad de clavarle cosas al animal?

¿No podria salir el torero "valiente" simplemente a darle unos pases y ya esta?

Porque mi pequeña cabecita la verdad es que no llega a entenderlo.

¿entiendes los cuadros abstractos o cubistas? ¿Vas a ARCO y te mola todo?

Los animales no son eternos, tienen una buena vida y una muerte digna. No pueden pedir más.

Walkman escribió:¿entiendes los cuadros abstractos o cubistas? ¿Vas a ARCO y te mola todo?

Los animales no son eternos, tienen una buena vida y una muerte digna. No pueden pedir más.

No has respuesto ni una sola de las preguntas.

En cuanto al arte tengo mi propia visión que se acerca bastante al metodo paranoico-critico de Dalí, me importa muy poco lo que el artista quisiera expresar con su obra, lo que me importa es lo que esa obra es capaz de producir en mí, puesto que mi experiencia personal y mi vida es muy diferente que la del autor.

Así que eso de entender, o molar, respecto al arte me parecen conceptos muy mal utilizados.

Pues tú lo has dicho. Si a ti no te gusta, hay otros que levitan.

Yo creo, respondiendo a tus preguntas, que es mucho más digno para un animal morir peleando que colgado patas abajo y electrocutado o degollado como hacen en los mataderos, tratándolos como trozos de carne cuando aún están vivos.

Así que no veo mal la Fiesta, la muerte forma parte de la vida.

Pues gracias por responder.

Con esos argumentos yo tambien estoy de acuerdo, es mas digno morir luchando.

Aunque el toro siempre morira es una lucha en la que no tiene ninguna opcion y esta en desventaja, pero bueno como tu dices es mi opinion.

Me pareceria mas digno si fuera como hacia Mas Oyama, él contra el toro.