Los videojuegos de por sí pueden ser peligrosamente absorbentes si caen en "malas" manos, pero los videojuegos online lo son mucho más. Sospecho que se debe a que, dejando a un lado lo que pueda ofrecer cualquier videojuego a nivel jugable, proporcionan una falsa sensación de compañía, aderezada con el efecto "zanahoria atada a un palo", como yo lo llamo; son juegos que no tienen ningún objetivo. Si eres un "perfeccionista", puedes estar literalmente AÑOS subiendo de nivel, desbloqueando cosas, ganando deathmatch y todo lo que tú quieras, pero en el fondo sigues quieto en la línea de salida, persiguiendo una quimera. Dale estos dos elementos a un crío que todavía no ha forjado ni 1/5 parte de su carácter (o a una persona con determinado problema psicológico previo), y ya tienes una bomba de relojería.

Yo hace tiempo que no juego a nada online, me da un poco de flojera. Puestos a jugar a algo, prefiero coger un juego de la estantería, pasármelo una vez en difícil y disfrutar un poco del modo historia. Y después, a otra cosa. No es que los juegos online sean necesariamente dañinos si se usan con cabeza, es una cuestión de preferencia personal.

Y sí, lo de los esfínteres es como para desear haber nacido sin ojos. Creo que acabo de perder el "control" de mi digestión.

Yo pienso igualmente que el verdadero problema no es la accesibilidad a los videojuegos, juegos online y redes sociales, sino el hecho de que los adolescentes - o cualquier persona- que termina en la adicción, ya tenía previamente un trastorno de la personalidad, llámese timidez, depresión, miedo a las relaciones personales del tipo que sean, etc... Lo que decimos siempre, que el problema está en el mal uso y no simplemente en el uso.

Es tremendo, llega a asustar. Horas y horas. He visto que en algunas familias, restringen el tiempo delante de la pantalla. por ejemplo el fin de semana para jugar.

He sido retraído toda mi vida pero nunca he podido hacerme fan de los videojuegos, si no tuviese Internet quizás sí, pero prefiero este último que los videojuegos.

Igual es absurdo satanizar los videojuegos siendo que el problema es netamente disciplina personal, de hecho la mayoría de los hombres que he conocido y que son aficionados a los videojuegos son NORMALES Y SOCIABLES, no hihikomoris, tipos con fobia social, asociales ni antisociales; así que poco y nada encajan con el perfil que se menciona en el artículo. Lo que en realidad es malo es el EXCESO, algo que sí se detalla en el artículo.

Tanto como haberme convertido en hikikomori no creo, pero yo con 14/15 años hubiera tenido muchas papeletas de engancharme seriamente a algún juego online de haber tenido conexión a internet.
Cuando ya con 17 años conseguí por fin tener internet en casa, después de llevar dando el coñazo desde los 12/13 años, tuve una temporada de jugar al Ultima Online, un MMORPG de lo más curioso, creo que el primero que salió, al que jugaba mayormente porque mi pc de entonces no daba para más. Me enganchó pero no llegó a convertirse en nada enfermizo, y cuando terminaron las vacaciones de verano lo dejé.
La forma de subir skills en ese juego era tan lenta y monótona que lo de "macrear" se veía como algo de lo más normal. Que grandes Autopilot y EasyUO.

Más adelante probé varios MMORPGs pero ninguno llegó a engancharme y duré poco tiempo jugando. Es curioso, pero a diferencia de otras personas que "caen en la trampa" sin darse cuenta yo sabía perfectamente lo que hacía, y es más, lo hacía por evadirme y tener entretenimiento para horas cuando estaba de vacaciones o tenía mucho tiempo libre.


Respecto al tema estoy de acuerdo con Heavy Metalero en que es cuestión de disciplina personal. Al final todo en la vida es cuestión de prioridades, y uno debe saber como organizarse su tiempo para que un ocio transformado en adicción no absorba su vida.